El autor en esta obra literaria da las claves para escribir un buen argumentario. Sus consejos son sencillos y muy inteligentes. Están basados en las distintas premisas de la redacción periodística, como por ejemplo, escribir de manera concisa y clara, basarse en hechos reales, evitar usar un lenguaje emotivo si se pretende convencer con la razón, usar un lenguaje adecuado al receptor, frases cortas, una única idea en un único mensaje etc.
Son muchos los consejos que se dan, pero siempre desde el punto de vista de la escritura y desde la distancia de la teoría, es decir, en este libro no se aborda el tema de la expresión oral o corporal (el "cómo se debe hablar en público") sino que se aproxima a la oratoria desde un punto de vista mas teórico y menos práctico. De hecho, la estructura del libro sigue un orden líneal según el tipo de argumentos que se establecen (argumentos mediante ejemplos, por analogía, de autoridad, acerca de las causas y deductivas).
Realmente son todos los ejemplos bastante interesantes y se les ve una clara utilidad desde el primer momento, pero permitiéndome la licencia de destacar uno, he de decir que me gusta especialmente el argumento por analogía. Me parece que por un lado es un recurso muy utlizado pero que tiene una gran aceptación entre el público ya que te permite rápidamente poder relacionar dos conceptos distintos en una momento y en una misma imagen. Por ejemplo "La gente lleva su coche a arreglar y a revisar cada poco tiempo sin rechistar, ¿y por qué no prodigan los mismos cuidados a su propio cuerpo? (Pag. 47).
Asimismo, hay un punto que me ha llamado especialmente la atención, es "La composición de un ensayo basado en argumentos-Fórmule una propuesta definitva". En él se detalla un error que se comete con cierta frecuencia que consiste en plantear el problema sin mostrar una propuesta resolutiva. Es vital para convencer al público, que una vez expuesta la dificultad, el orador sea capaz de mostrar, si no ya una solución definitiva, si un amplio abanico de opciones viables para subsanar la complicación.